RESEÑAS BREVES SOBRE MAUPASSANT EN LA PRENSA DE 1948
Un enorme escándalo se ha producido en la Haute Couture, y en torno a él interviene la policía, por el hecho que “agentes secretos de la moda” copiaban los modelos de Christian Dior y de Fata, vendiéndolos luego en el mercado por cuatro cuartos.
“Por tener un “modelo”, por ser la única en tenerlo, una mujer –decía Maupassant– daría incluso cualquier año de su vida.” Imagínese, pues, el lector cuál sería la cólera que le produciría a una elegante señora milanesa, de regreso de París, al acudir a una recepción llevando un vestido “modelo” de Christian Dior segura de provocar la admiración de toda la concurrencia y la lisonja acaramelada de los cronistas mundanos, y de pronto, al entrar en la gran sala de fiesta, se encontrara con una amiga que llevase otro “modelo” igual al suyo.
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Fragmento del artículo Grandes modistos de París han sido perjudicados en decenas de millones de liras.
ABC (Sevilla) 12 de noviembre de 1948, pag. 7
Sabido es, porque se ha dicho muchas veces en todos los tonos, incluso en el humorístico, que no hay para los pueblos forma más concreta de la gloria de sus hijos que las estatuas públicas que reproducen la prestancia, sea en mármoles o en bronces, de los hombres preclaros. Parece ser que es mejor el mármol, porque, aparte de su más apropiada calidad para la reproducción de los rasgos fisonómicos, el mármol, al fin y al cabo, no es nada aprovechable. (...)
En el fondo todos aspiramos a una estatua, a vernos reproducidos de pie, o aunque sea sentados, en una materia más duradera que esta fugaz de la carne humana.(...)
André Maurois, en su impresionante informe sobre Rouen, nos cuenta el destino que tuvo la gloria de tantos hombres ilustres cuando la ciudad fue devastada por la guerra. “En diciembre de 1941, Flaubert fue enviado a la fundición con Guy de Maupassant. “Era conveniente –agrega– que el discípulo siguiera al maestro.” (...) Por lo visto Rouen estaba superpoblados de estatuas que siguieron el mismo camino candente de la fragua. Se trataba de estatuas de bronce, error ya señalado.*
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Fragmento del artículo El Destino de la gloria por Claudio de la Torre.
ABC, 4 de diciembre de 1948.
*Las estatuas fueron fundidas por los alemanes para la fabricación de cañones.
Fuente y propiedad: Hemeroteca del ABC
Digitalizado en el presente formato por José M. Ramos