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París, martes [finales de 1880 o enero de 1881]
Señora,
Si es verdad que usted es una mujer curiosa y no
una simple broma de mis amigos que se divierten a mis expensas, ¡ me declaro
dispuesto a presentarme ante usted cuando lo desee, donde quiera, como quiera y
en las condiciones que establezca !
Usted tendrá sin duda una gran desilusión; tanto peor para ambos - Puesto que
usted busca un poeta, permítame amortiguar el golpe y decirle algo malo de mí
- Físicamente no soy guapo y no tengo el aspecto y el cariz que gustan a las
mujeres.
Adolezco absolutamente de elegancia, incluso de
aseo y el análisis de mis hábitos me deja totalmente indiferente - toda mi
coquetería, coquetería de estibador y de aprendiz de carnicero, consiste en
pasar en verano sobre la orilla del Sena acostumbrando a remar para mostrar mis
brazos - ¿bastante vulgar, no cree?
No hablo medianamente bien con una mujer hasta
que la conozco lo suficiente para estar muy suelto con ella y no tener que
buscar elegantes y sutiles palabras. Aquí, abro un paréntesis, el joven que le
ha dado informes sobre mi tan... difíciles de decir, habría podido añadir que
tengo por amigas íntimas unas mujeres que no han sido nunca otra cosa que mis
amigas y a quienes nunca pedí nada porque una mujer no sabe nunca mantener la
amistad después de haber sido algo más. No he tenido en toda mi vida, una
sensación de amor, aunque he simulado a menudo este sentimiento que no probaré
sin duda jamás, pues yo diría fácilmente como Proudhon: « No conozco nada
más ridículo para un hombre que amar y ser amado »
¿Soy sensual, por ejemplo?
¡Oh, esto sí! No me burlo; y sin embargo no soy
peligroso, no me arrojo inmediatamente sobre las mujeres dándole gritos.
¡ No he pasado nunca una condena por... pasiones
demasiado intensas ! y se puede quedar una hora en público conmigo sin peligro,
cuando hay sargentos municipales al alcance. Tengo, del resto, la imaginación
fría y realista. Me gusta lo que veo tras haberlo degustado, porque entonces
estoy seguro de que esta bueno. Usted comienza a despreciarme ¿no es así,
señora?
¿Como escribir así a una desconocida? pues
usted es para mí, en este momento, ¡ la desconocida con la que sueñan los
poetas ! Y bien, si usted busca un poeta le grito « atrevida ». Si a
usted le gustan los caballeros galantes y coquetos, solícitos y sabiamente vestidos,
yo no soy ese. Si usted desea encontrar una alma sentimental, puedo indicarle
entre mis conocidos: ¿quién sabe? quizás, la misma persona que le ha
informado sobre mi.2
Pero yo no tengo el alma sentimental. Soy un
muchacho sencillo que vive como un hurón. Y sin embargo, Señora, si usted
desea todavía ver a este hurón, el dejará su guarida a su voz y le promete
respetar su voluntad.
Seguramente se pregunte que idea me hago de
usted. Ninguna. Espero para saber. Su curiosidad me extraña. Usted desea ver
como soy yo, porque ha hecho sobre mi unas historias... y eso es todo.
Y bien, usted verá, Señora, y yo le juro con
toda lealtad que no haré nada que pueda hacerle lamentar esta curiosidad.
Permítame besarle las manos; es una vieja
tradición que adoro y que no la comprometerá puesto que no la conozco.
GUY DE MAUPASSANT
P.-D. - Su carta tras haber circulado por el
ministerio, a donde no voy más, calle Clauzel (donde vivía), no me ha
llegado hasta hoy a mi nuevo domicilio3
1.
Las cartas de Maupassant a Giséle d'Estoc han dado lugar a varias
controversias. Publicadas por Pierre Borel en su volumen: Maupassant y
l'androgyne (París, 1944), su autenticidad no es cuestionable; ellas
se obtuvieron, efectivamente, en venta pública en París, el 24 de mayo de 1967
(el catálogo cita algunos extractos de las cartas y publica el facsímil de una
de ellas). Sin embargo persisten ciertas sombras, concernientes a esta
correspondencia que P. Borel no ha editado, al parecer, con una fidelidad
ejemplar. Por otro lado, la mayoría de las cartas no están fechadas, la
clasificación cronológica presenta dificultades a veces insalvables. Es
posible que unos mensajes dirigidos a otras personas que no fuese Gisèle
d'Estoc, hayan sido incorporadas a esta singular correspondencia. Nosotros las
publicamos con la reserva que se impone. En conjunto, parecen pertenecer a un periodo
de cinco años aproximadamente, comenzando a finales de 1880 para interrumpirse
en 1886; pero, desde 1882, las relaciones son espaciadas. Los señores Armand
Lanoux y Pierre Cogny han hecho unas investigaciones sobre Gisèle d'Estoc, que
no aportan mucho; he aquí esencialmente las reseñas biográficas que ellos han
podido recopilar: Marie-Elise Courbe, llamada Marie-Paule Parent-Desbarres,
nació en Nancy el 9 de agosto de 1863. No tenía más que 17 años cuando
conoce a Maupassant. El seudónimo de Gisèle d'Estoc no aparecerá antes de
1884. Se consagra a la literatura y a las bellas artes, fue alumna del escultor
Chapu y sirvió de modelo a Henner para su Bara (el joven héroe está
representado desnudo en el Salón de 1882). Se señala de ella dos medallones,
expuestos en el Salon de 1887. Publicó algunos escritos, especialmente Ad
majorem Dei gloriam (1884); Les Gloires malsaines (1887), Noir sur
blanc, Recits lorrains (1887). Esta última obra fue impresa en Nancy bajo
el nombre de Gyz-El. Gisèle d'Estoc murio en Nice, hacia 1906, a la edad de 44
años. Existen de ella unas fotografías que permiten apreciar la delgadez de
las formas de la « androgina ». Una de estas fotografías la muestra
disfrazada de colegial, lo que confirma la anécdota contada por François
Tassart, haciendo alusión a una cena donde Maupassant habría acogido en su
casa, con dos damas, a un pequeño colegial que en realidad era « una damisela
» (Souvenirs de François, p. 44). François sitúa el relato en abril
de 1885; en esta época, Gisèle tenía 22 años. (Ver la carta Nº 410). ¿Armand
Lanoux ha reconocido en los Récits lorrains, la influencia de Maupassant?
En cuanto al Cahier d'Amour, donde Gisèle d'Estoc hace la narración de
su relación con el escritor, este texto, publicado dos veces por Pierre Borel,
parece sospechoso, habiendo desaparecido el manuscrito original.
2 Catulle Mendès (nota de Pierre Borel)
3 Maupassant acababa de instalarse en la calle Dulong, 83
Traducción de José M. Ramos González para http://www.iesxunqueira1.com/maupassant
Paris,
ce mardi [fin 1880 ou janvier 1881].
Madame,
S'il est vrai que vous soyez une femme curieuse et non un simple farceur de mes
amis qui s'amuse à mes dépens, je me déclare prêt à me montrer à vous
quand vous voudrez, où vous voudrez, comme vous voudrez et dans les condition
qu'il vous plaira !
Vous aurez sans doute une grosse désillusion ; tant pis pour nous deux -
Puisque vous cherchez un poète, permettez-moi d'amortir le coup et de vous dire
un peu de mal de moi - Physiquement je ne suis pas beau et je n'ai point
l'allure ni la tournure qui plaisent aux femmes.
Je manque absolument d'élégance, même de toilette et la coupe de mes habits
me laisse totalement indifférent - toute ma coquetterie, coquetterie de
portefaix et de garçon boucher, consiste à promener en été sur les bords de
la Seine en costume de canotier pour montrer mes bras - c'est bien commun, n'est-ce
pas ?
Je ne cause passablement avec une femme que lorsque je la connais assez pour
être très libre avec elle et n'avoir point à chercher des élégances et des
subtilités de mots. Ici, j'ouvre une parenthèse, le jeune homme qui vous a
donné sur moi des renseignements si... difficiles à dire, aurait pu ajouter
que j'ai pour amies très intimes des femmes qui n'ont jamais été autre chose
que mes amies et à qui je n'ai jamais rien demandé parce qu'une femme ne sait
jamais rester l'amie après avoir été davantage. Je n'ai pas eu, en toute ma
vie, une apparence d'amour, bien que j'ai simulé souvent ce sentiment que je
n'éprouverai sans doute jamais, car je dirais volontiers comme Proudhon : « Je
ne sais rien de plus ridicule pour un homme que d'aimer et d'être aimé. »
Je suis sensuel, par exemple ?
Oh ça oui ! on ne vous a pas trompée ; et cependant je ne suis point dangereux,
je ne me jette pas immédiatement sur les femmes en poussant des cris.
Je n'ai jamais subi de condamnation pour... passions trop vives ! et on peut
rester une heure en public avec moi sans péril, quand il y a des sergents de
ville à portée de la voix. J'ai, du reste, l'imagination froide et réaliste.
J'aime ce que je vois après y avoir goûté, parce qu'alors je suis sûr que
c'est bon. Vous commencez à me mépriser, n'est-ce pas, Madame ?
Comment écrire ainsi à une inconnue ? car vous êtes pour moi, en ce moment,
l'inconnue dont rêvent les poètes ! Eh bien, si vous cherchez un poète je
vous crie « casse-cou ». Si vous aimez les messieurs galants et coquets,.
complimenteurs et savamment habillés, je n'en suis point. Si vous désirez
rencontrer une âme sentimentale, je puis vous en indiquer parmi mes
connaissances : qui sait ? peut-être celui-là même qui vous a renseignée sur
mon compte2.
Mais je n'ai point l'âme sentimentale. Je suis un garçon simple qui vit comme
un ours. Et cependant, Madame, si vous souhaitez encore voir cet ours, il
quittera son repaire à votre voix et il vous promet de respecter vos volontés.
Vous vous demandez, assurément, quelle idée je me fais de vous ? Je ne m'en
fais point. J'attends pour savoir. Votre curiosité m'étonne. Vous voulez voir
comment je suis, parce qu'on vous a fait sur moi des histoires !... et c'est
tout.
Eh bien vous verrez, Madame, et je vous jure en toute loyauté que je ne ferai
rien qui puisse vous amener à regretter cette curiosité.
Permettez-moi de vous baiser les mains ; c'est un vieil usage que j'adore et qui
ne vous compromettra point puisque je ne vous connais pas.
GUY
DE MAUPASSANT
P.-S. - Votre lettre après m'avoir suivi du ministère (où je ne vais plus, rue Clauzel (où j'habitais) ne m'est parvenue qu'aujourd'hui à mon nouveau domicile3.
1
Les lettres de Maupassant à Gisèle d'Estoc ont donné lieu à des controverses.
Publiées par Pierre Borel dans son volume : Maupassant et l'androgyne (Paris,
1944), leur authenticité n'est pas contestable ; elles ont en effet passé, en
vente publique à Paris, le 24 mai 1967 (le catalogue cite quelques extraits des
lettres et publie le fac-similé d'une d'entre elle). Cependant des obscurités
subsistent, concernant cette correspondance que P. Borel n'a pas éditée,
semble-t-il, avec une fidélité exemplaire. En outre, la plupart des lettres
n'étant pas datés, le classement chronologique présente des difficultés
parfois insurmontables. Il se peut enfin que des billets adressés à d'autres
personnes que Gisèle d'Estoc aient été mêlés à cette singulière
correspondance. Nous la publions donc avec les réserves qui s'imposent. Dans
l'ensemble, elle parait s'étendre sur une période de cinq années environ,
commençant à la fin de 1880 pour s'interrompre en 1886 ; mais, dès 1882, les
rapports se sont espacés. MM. Armand Lanoux et Pierre Cogny ont fait des
recherches sur Gisèle d'Estoc, qui reste mal connue ; voici l'essentiel des
précisions biographiques qu'ils ont pu rassembler : Marie-Élise Courbe, dite
Marie-Paule Parent-Desbarres, naquit à Nancy le 9 août 1863. Elle n'avait donc
que 17 ans lorsqu'elle rencontra Maupassant. Le pseudonyme de Gisèle d'Estoc
n'apparaît guère avant 1884. Elle se consacre à la littérature et aux beaux-arts,
fut l'élève du sculpteur Chapu et servit de modèle à Henner pour son Bara
(le jeune héros est représenté nu. Salon de 1882). On signale d'elle des
médaillons, exposés au Salon de 1887. Elle a en outre publié quelques écrits,
notamment Ad majorem Dei gloriam (1884) ; Les Gloires malsaines (1887), Noir sur
blanc, Récits lorrains (1887). Ce dernier ouvrage est imprimé à Nancy sous le
nom de Gyz-El. Gisèle d'Estoc mourut à Nice, vers 1906, à l'âge de 44 ans.
Il existe d'elle des photographies qui permettent d'apprécier la minceur des
formes de l'« androgyne ». Une de ces photographies la montre sous le travesti
d'un collégien, ce qui confirme l'anecdote rapportée par François Tassard,
faisant allusion à un dîner où Maupassant aurait accueilli chez lui, avec
deux dames, un petit collégien qui, en réalité, était « une demoiselle » (Souvenirs
de François, p. 44). François situe le récit en avril 1885 ; à cette époque,
Gisèle avait 22 ans. (Voir la lettre N° 410). Armand Lanoux a reconnu dans les
Récits lorrains, l'influence de Maupassant ? Quant au Cahier d'Amour, où
Gisèle d'Estoc fait le récit de sa liaison avec l'écrivain, ce texte, publié
deux fois par Pierre Borel, demeure suspect, le manuscrit original ayant disparu.
2 Catulle Mendès. (note de Pierre Borel.)
3 Maupassant venait de s'installer, 83, rue Dulong.
Puesto en formato html por Thierry Selva: http://maupassant.free.fr/